El edificio de Bankinter, obra de los arquitectos Rafael Moneo y Ramón Bescós y realizado entre los años 1972 y 1976, se levanta en un solar en cuyo frente está situado el palacete del Marques de Santa Cruz de Mudela.
Se solicitó la adecuación y actualización de diversos elementos exteriores e interiores, que dado el carácter singular del edificio, se han estudiado de forma especialmente cuidada y minuciosa:
Por un lado la escalera de ladrillo visto que comunica desde la entrada exterior la cota de calle con la terraza semicircular, presentaba problemas tanto de dimensiones como de filtraciones y humedades. Se buscó en todo momento el intentar mantener “el espíritu” de la misma, integrada con el resto del edificio a través del uso del ladrillo visto y de la directriz oblicua de la segunda rampa que se contrapone a la curva del cuerpo bajo y dialoga con la “proa” de la entrada.

Para ello y pese a las dificultades de desmontar estos tramos de escalera intentando reutilizar en lo posible el actual ladrillo prensado, se ha decidido seguir utilizando el mismo material para las dos rampas, cambiando únicamente la pendiente de las mismas, para adecuarla a las dimensiones de las piezas cerámicas (tres ladrillos en lugar de los cuatro actuales) y a la normativa actual.
Por otro lado se ha realizado una nueva salida de evacuación en planta baja para poder cumplir con las distancias de evacuación. Intentando ser lo más respetuosos posibles con el edificio, se ha decidido aprovechar un hueco situado en la fachada este de la planta baja, para abrir dicha salida de evacuación. El ventanal existente se sustituirá por una puerta de vidrio con manilla antipático y por un vidrio fijo.